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| Federico Mompou |
El preludio forma parte de una serie que va del 5º al 10º, más dos preludios independientes, el nº 11, dedicado a Alicia de Larrocha como regalo de bodas, y el nº 12, dedicado a Fidel Saval. Compuestos entre 1930 y 1951, en una época de idas y venidas a Francia, hay en ellos un amor y melancolía a lo parisino. Se perciben y aparecen trazas y miradas a Satie, y a Chopin. En éste que nos ocupa también de Scriabin.
En estas miniaturas, todas de carácter independiente, están recogidas en esencia las características del estilo de Federico Mompou que busca la extrema sencillez, la delicadeza como suave lluvia, huyendo de desarrollos largos y de las construcciones tonales. Así podríamos hacer un Resumen de su personalísimo estilo:
- Simplificación (sencillez), pureza en la música. Economía de notas (influencia de Satie / grupo de los seis Francia)
- Caracter íntimo y evocador, melancólico
- Improvisación, flexibilidad
- Lentitud y miniaturas, piezas breves para piano (brevedad)
- Tonalidad difusa: ejes de gravitación tonal
- discurso / conversación melódica
- Predilección por el timbre del piano, y sobre todo en el reto de las teclas negras
- La resonancia es el aura de su música más íntima (aprovechar al máximo el sonido que queda flotando entre nota y nota)
- Raíz catalana que se fundirá con el impresionismo
- Caracter íntimo y evocador, melancólico
- Improvisación, flexibilidad
- Lentitud y miniaturas, piezas breves para piano (brevedad)
- Tonalidad difusa: ejes de gravitación tonal
- discurso / conversación melódica
- Predilección por el timbre del piano, y sobre todo en el reto de las teclas negras
- La resonancia es el aura de su música más íntima (aprovechar al máximo el sonido que queda flotando entre nota y nota)
- Raíz catalana que se fundirá con el impresionismo
·Una frase del maestro: " Siempre he pensado que la música no debería tener forma alguna, que la música debería ser precisamente como un perfume, que guarda una unidad, pero indefinida en su origen y en su fin."
Tenemos dos interpretaciones, aunque me hubiera gustado tener la de Mompou.
· Como suave lluvia...
+De Mompou en Vericuetos:
· San Juan de la Cruz: "La noche Oscura del Alma"
· La cadencia de las gotas
+De Mompou en Vericuetos:
· San Juan de la Cruz: "La noche Oscura del Alma"
· La cadencia de las gotas
Lo primero es decir que la música de Monpou es profundamente española, por lo tanto, universal.
ResponderEliminarPara mi, el mundo del arte catalán está representado en la cúspide por Monpou en la música, Pla en las letras y Gaudí en las formas. Podemos unir a este triunvirato universal (nada comparable a la catetez que reina la escena catalana actual), a un político; don José Tarradellas, primer presidente de la Generalidad tras la dictadura. Personaje desterrado (igual que los tres mencionados de arriba) de la Historia catalana por el nacionalismo -es decir, por el poder-, por tener claro que Cataluña es España, y fuera de ésta, se va a la deriva.
Qué pena que una región tan apreciada por mi en su día, haya terminado por convertirse en un territorio hostil y antipático.
Cuánto daño irreparable producto del rencor de una caterva de indocumentados. Cuánta basura anda suelta por ahí manejando la pasta de nuestros impuestos. Dios santo, cuánto asco me produce estos putos niñatos….
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Siempre es un respiro perderse por vuestros Vericuetos
Como nos alegra que te pierdas y te recrees por estos Vericuetos. Como sabes estas músicas responden en buena medida al los estados de ánimo y al carácter del blog como tú de sobra sabes.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo: éste trozo de España sí que producía Genios de amplias miras y sin cicaterías mentales; y como genio que Mompou es, parte de lo local como es lógico, bebiendo del folclore y las canciones populares(“A veces, el artista es como una planta, no puede negar su tierra”), para proyectarse en lo español (Mompou encontró en el verso de san Juan de la Cruz "la música callada" una expresión de su ideal estético: "una música que sea la voz del silencio", sin huecos ni adornos “, y mezclandose con las corrientes europeas ( Erik Satie, Scriabin y muy especialmente Gabriel Fauré y Francis Poulenc) alcanzar lo universal.
El ambiente intervencionista en el que los dóciles catalanes llevan ya acomodados demasiado tiempo, sólo producirá saltimbanqis afectos a los mediocres que los gobiernan. Ahora cataluña, como bien dices es un pueblo, pero porque está gobernado por paletos e ignorantes interesados.