miércoles, 9 de junio de 2010

· Dia pintón


El aire corre de Poniente. El verano se impacienta y quiere llegar prematuramente. Aún así mañana lloverá. Se presenta ventoso y las gentes verán venir un día pintón entre nubes y sol, o quizás solo nubes ¿quién sabe?

Será hora de echarse algo por encima y sacar de paseo al paraguas que estaba arrumbado desde hace algún tiempo en el paragüero de la entrada. Las ropas de verano se cubrirán con gabardinas y las sandalias pisarán los charcos que deja la lluvia tardía a su paso.

Desde el cielo, extrañamente gris, saldrá de vez en cuando un rayo de sol que iluminará la ciudad y veremos con ojos infantiles la unión de cielo y tierra a través de lluvias repentinas que atraviesan la atmósfera.

1 comentario:

  1. ¡Qué sugerente es la expresión del día pintón! Nosotros, andaluces que tenemos que convivir con veranos larguísimos de seis meses (y eso que éste año no nos podemos quejar de lluvias), la agradecemos. Yo al menos sí.

    No hay nada más aburrido que un cielo perennemente despejado, con el Sol en plena vertical derramando fuego. Igual que en otras latitudes se quejarán de la monotonía del nublado permanente.
    La evolución de las nubes, su lentitud o rapidez, sus tonalidades, los matices al amanecer y al atardecer son un aliciente para encarar el día. Después entraremos en fase plana. El peso del cielo durante las horas centrales del día. El paisaje aéreo de una monotonía deslumbrada durante el largo verano. Aprovechemos los días pintones.
    ¿Quién dice que hablar del tiempo es trivial?

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