La torpeza de contarte lo que siento es tan evidente...Ignoro la suma exacta para decirte cuánto te quiero. No oculto mi pensamiento hacia ti, aunque se haga pequeño ante la enormidad de nuestra complicidad. Basta con mirarnos para saber qué decirnos, sin mencionar una sola palabra. Con un gesto expresamos una sensibilidad especial sabiendo que, si las palabras no salen, hay otras maneras de mostrar nuestra ilusión.
Si nos apetece hablar no se rompe el hielo, se funde lentamente, sin brusquedades, sin agotar el tiempo. Ocurre el silencio según la pauta que nos marca el corazón, que aun teniendo cabida para muchas palabras, te digo desde lo más profundo que el mío es tuyo y siento que el tuyo mío.
Preciosa declaración que me crea una cierta envidia. Es tan bonito esto que escribes y que tan claramente se entiende. Los gestos, un gesto concreto derrama a veces más pasión y hondura que un millón de palabras bienintecionadas. Gracías por compartir (esto lo dicen mucho los cursi, pero me ha salido así, ea)
ResponderEliminarBesos desde el último día de un mes aplomado, por fin.
Las obviedades nunca se deben de dar por entendidas aunque lo sean. Es infinita la felicidad que se siente, cuando la persona a la que se quiere, corresponde con su amor en forma de expresión y reconocimiento de algo que sabemos está permanentemente flotando, pero que es bueno mimarlo para que siga floreciendo.
ResponderEliminarteneis razon, y creo que nunca debemos agotarnos en amar y ser amados.
ResponderEliminarMuy bonito nuria.
besos
edu