sábado, 16 de octubre de 2010

· Alma yerma

Esto es una ruina. Mi destino fatal se siembra poco a poco con granos de trigo teñidos de rojo sangre. No habrá cosecha, ni recogida, ni pan. No habrá nada para llevarse a la boca, sólo desaliento. Ni el duro esfuerzo de una vida que no se endereza aunque quiera, es suficiente para ganarse el pan de cada día, ese pan de un alma hambrienta de vida.

3 comentarios:

  1. Muy bonito, descarnado, pero bonito. Me gusta el detalle de Van Gogh, otra alma hundida, como a veces están las nuestras. Ahí esta lo oscuro, pero mejor mirar a la luz.

    slds, jxn

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  2. Un texto demoledor que desentraña un alma profundemente humana, noble, luchadora.
    No se debe dejar nunca con apetito el espíritu.

    Si rebuscamo entre lo más profundo de nuestro ser es probable que soslayemos a los lejos algo de paz.

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