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interior IGLESIA DE SAN NICOLÁS DE LEIPZIG |
Como sabemos la música religiosa, que tan inmenso legado tiene en nuestra cultura, se ha visto desplazada en gran medida del templo religioso y de su lugar en los oficios y celebraciones, a otros ámbitos que nada tienen que ver con ella. El lugar de la representación -el teatro-, estaba despojado de toda liturgia cristiana-luterana. No se disponía de la acústica particular de un templo. Evidentemente no había intercalado ningún sermón, no estaba compuesta la concurrencia de fieles que acudieran a la iglesia con motivo de la solemnidad del viernes santo. Sin embargo el calado del mensaje de la obra, la fuerte religiosidad de la música, el conmovedor e impresionante entrelazado armónico de las voces del coro, los dramáticos y dulces pasajes de las arias, conseguían proyectar la FE a través de una de las máximas expresiones artísticas. Todavía me estremezco al recordar el sobrecogedor comienzo de la obra, con la orquesta in creschendo y el coro rompiendo en Herr unser Herrscher (¡Señor, señor! ¡Tu gloria reina en todos los pueblos!).
Aunque la Pasión según san mateo sea mas redonda en conjunto, estamos ante una obra magna de Bach, con momentos únicos que la hacen estar entre lo mejor de la gran producción religiosa del maestro.
· Extraemos éste análisis de la obra: |
IGLESIA DE SAN NICOLÁS DE LEIPZIG |
Cuando Johann Sebastian Bach llegó a Leipzig en 1724, se encontró con que su predecesor en el cargo de Kantor del Colegio de Santo Tomás, Johann Kuhnau, había comenzado ya unos años antes a representar la Pasión de Cristo en Semana Santa. La ciudad quería mantener esta costumbre con su nuevo empleado, así que Bach compuso para la ocasión su primera gran obra de este nuevo período: la Pasión según San Juan, que se representó por primera vez el Viernes Santo de 1724.Se considera que hay indicios de que parte de las ideas musicales para esta obra se habían fraguado en su anterior lugar de trabajo, Köthen, o incluso en Weimar. Lo cierto es que esta obra presenta características formales y estilísticas propias de la época en que Bach fue maestro de capilla en la corte de Köthen. Así, las grandes estructuras simétricas, el uso de determinadas combinaciones instrumentales, y un cierto estilo concertístico propio de sus suites, sonatas y conciertos (escritos en su mayoría en la época de Köthen) parecen dar crédito a esta teoría.
Bach utiliza el texto de San Juan correspondiente a los capítulos 18 y 19 como base para dar forma a su obra. Las características peculiares de este texto nos van a marcar las claves para entender la manera en que el compositor va a estructurar la Pasión. Varios van a ser los motivos que harán que el Evangelio de San Juan se distinga claramente de los otros tres (mucho más homogéneos en su contenido, y denominados por ello evangelios sinópticos). En general, se trata de un texto más abstracto y filosófico en su tono, que da más importancia a las ideas que a la narración en sí misma. El estudio crítico de los evangelios demuestra que se basa en fuentes distintas (pues hay diferencias en cuanto a los acontecimientos que relata), y que hace más hincapié en la faceta más humana de Jesucristo, poniendo mucho énfasis en el amor como elemento indispensable del cristianismo. El texto evangélico se completa con dos fragmentos del Evangelio según San Mateo: uno el correspondiente al llanto de Pedro tras las negaciones (Cap.26, 75) y el otro el de la denominada “escena del terremoto” (Cap.27, 51). Parece claro que Bach añade estos fragmentos para añadir dramatismo a la música, y precisamente ambos le dan pie para introducir sendas arias de profundo lirismo (nº 13 y nº 35).
Los coros de turbas son fragmentos, a veces muy breves, que representan las intervenciones en la narración de los diversos colectivos que integran el relato. En esta Pasión llegan en ocasiones a alcanzar una intensidad dramática de enorme impacto. Además, se les otorga una gran importancia, tanto por su extrema elaboración musical como por su papel de eje central en la estructura general de la obra (sobre todo en la escena del juicio de Pilato).
Tal y como era costumbre en la época, Bach añadirá al texto evangélico composiciones poéticas que se concretan en forma de arias o ariosos para resaltar una idea aparecida en el Evangelio a modo de comentario, o para dar un mayor alcance dramático a la misma recreando una emoción determinada. Los ariosos se diferencian de las arias en que tienen una estructura formal más libre, y a veces se hallan más cercanos al estilo recitativo, aunque con una instrumentación elaborada. En otros casos, introduce himnos de la Iglesia Luterana, denominados corales. En principio estaban destinados a ser cantados por el conjunto de los fieles en el servicio religioso, y están basados en melodías populares. Estas melodías eran luego armonizadas a cuatro voces por el compositor dentro de su propio estilo. Incluso hoy en día, algunas de estas melodías de corales se siguen cantando habitualmente en las iglesias alemanas. Sus textos tienen diverso origen poético y tratan, al igual que las arias, de marcar los momentos más significativos de la Pasión. Su temática está siempre conectada con lo que ocurre en ese momento en el texto, o sirve para unir el sentimiento de Cristo al del pueblo. El canto de corales fue una de las acciones con las que Lutero cumplió uno de los objetivos de la Reforma: acercar las cuestiones teológicas más importantes al pueblo (utilizando su propia lengua vernácula en vez del latín) y permitir que éste participe más activamente en los ritos, sirviendo así la música para crear un sentimiento comunitario donde los creyentes cantan juntos la Palabra de Dios. |
iglesia de santo Tomas Leipzig |
Además de los corales y los coros de turbas, el coro tiene aún otras intervenciones. Se trata del nº1 (“Herr, unser Herrscher”) y el nº39 (“Ruht wohl”), que en este caso son de tipo madrigalístico y que estructuralmente cumplen aquí las funciones respectivas de prólogo y epílogo. Un último coral cierra toda la obra para que la palabra retorne al pueblo en el momento de la conclusión del drama.Con estas herramientas Bach construye la Pasión según San Juan. Los recitativos y coros llevarán el peso de la narración del Evangelio, que se verá “interrumpida” por arias y corales. Las arias y los corales van a ser de esta manera los que marcan el ritmo de la obra, la estructuran, la gradan y van señalando los momentos de mayor importancia, acercando al oyente la trama y sobre todo el sentir religioso que el autor pretendía. El coro final, en forma de rondó (nº39), junto con el último coral (nº40) cerrarán la Pasión.· J. S. Bach - Johannes Passion - Leo Kremer (2005)