En el asiento de atrás regreso mirando al cielo. Espérame pronto que voy presta a montar en la primera nube de ocasión que pase sobre mi cabeza.
Al volar estaremos flotando, siempre jóvenes, en las eternas alturas de nuestras almas, echando atrás a la vida que nos atrapa, con las soledades y multitudes que dejamos en nuestra partida.
Da igual si no vamos acompañados; viajamos juntos en la nube que nos lleva a nuestro destino, entre el sol y la tierra, entre lo visible y lo invisible.
Siempre vais acompañados. Yo os noto siempre muy cerca.
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